Tú, mi invisible amor, eres la dicha que me ha hecho consciente de mi eternidad... de este soñar dia tras dia... de este decorado en que ha crecido mi vida hasta al fin, encontrarte....
Como un sereno despertar a la certeza de que yo fui siempre tú, que nunca hubo dos en esta danza de amor sin tiempo, en este juego de espejos que jamás cesó de transparentar el hilo inmutable que une nuestras almas, aparentemente distanciadas.... Te amo en la luz que me desvela, te amo antes del principio, en medio de lo eterno sin principio, en medio de nosotros, donde ya no queda nada que no sea nunca nosotros. Tú fuiste, eres y por toda la eternidad serás, la luz que iluminó mi vida...
Aunque en esta existencia el universo te niegue...
Aunque el destino te aleje y te aparte, A pesar de ello, vives eternamente en mi.
Mi diosa invisible... palpito sagrado...eterno latido instalado profundo en mi alma.
He rendido mi humano corazón y mis letras solo por ti.
Cuando espero dejar de esperar, a través de mi mente, sucede tu caída dentro de mí.
Ya no soy más que un espectro, una hoja en el viento...
La luz de tu recuerdo atraviesa mi humana presencia, imagen mordida por los perros del desconsuelo, y la melancolía sube por mí como la enredadera por el muro.
Mi memoria te sostiene... no voy a soltarte.
No importa que con cada puesta del sol pongan al soñador en una jaula, lo lleven a un templo ruinoso y lo dejen allí solo....
...En los ojos un volcán, del que brotan lágrimas de lava por el pasado...
En la boca una noche de luna llena para la eternidad.
En la mano izquierda un demonio que escupe pasión.
En la mano derecha un ángel que canta profecías....
Mas...No existen barrotes para una llama... No existen limites para mi espíritu inmortal...
Me disuelvo desnudo en la entrada del tiempo. Me hago uno con la noche. Me fundo en la estructura del universo invisible, sin forma, como sustancia inmaterial recorro tus labios, navego tus ojos... Invisible te arrullo... Me sublimo en tu aliento... Calido huracan con garras... que anclado permanece, por los siglos en mi eterna vibración.
Y mientras el humano vive atormentado por haber elegido no elegir...
Mientras...Tu alma se ha convertido en la patria de mi espíritu...
...Tu llama...tu fuego arde en mi...
alimentado por un sagrado enigma de amor supremo.
Ahora lo sé. Siempre lo supe. Siempre has sido tú aquella verdad en mí. Siempre fue eterno este amor.
Amor más allá del tiempo y de la mente, amor que siempre estuvo, amor que estremece y termina de completar el universo.
Romance sagrado de nuestras almas fundiéndose en algún punto de lo eterno, sin antes ni después, en medio de lo absoluto, en medio de la luz cálida e infinita que suavemente alumbra nuestras sombras...
Amantes expandiéndose sin limites de sus potencias mas allá del umbral de lo cognoscible con la única certeza del desenlace final...
Heme aquí en éste lecho, conversando con mi sombra, viendo caminar al tiempo con su camisa de horas que nunca acaban, aquí lamiendo con desgana mis viejas y resecas cicatrices. Aquí, con la soledad incrustada en las telarañas de mi alma, aquí, con el silencio en la boca silbándome mudas baladas, aquí, viendo morir el dia ante el infinito sopor de la incipiente e insoportable noche. ¿Que recordaras de mi? ¿Recordarás el tacto de mis palabras pausado y lento caminando por tu piel de raso hasta rozar con delicadeza tu corazon? O extraviarás de tu memoria que fui ladron de tus noches, y libador de ése tu enigmático suspiro que llenaba mi alma como copa a rebosar. Aquí Perdido bajo un hechizo tranquilo Solitario en un infierno estéril Pensamientos que me llevan a kilometros de distancia Veo las tormentas en ti Pero lo sé, porque el sentimiento es el mismo. Hemos estado separados por eones Pero siempre cercanos en nuestros corazones Separados por eones Pero conectados desde el principio Nos encontramos en la oscuridad Y recordamos... ¿Podría mi destino ser más cruel? Aquí Me estoy aferrando a mis sueños Como si con ello pudiera hacerte mía Estoy deseando por el espacio Volar hacia ti Pero es más difícil Que estar en silencio hasta el fin de los tiempos. Aun así...¿Por qué es tan difícil dejarlo ir? Quiza querida por que nadie te necesita como yo.
Aunque te estoy sosteniendo adentro Puedo verte ir con mis ojos Y ni siquiera intento mirar hacia otro lado...
En esta hermosa poesía que es la vida un soñador como yo precisa un dulce sueño Por el que morir, llorar y reír cada día Y aunque lo niegues, eres ese mi eterno sueño... Mi eterno amor espiritual... Idiota soy al dar mi vida a una causa perdida Pero, como el sol perseguiré mi luna sin extinguirme Aunque la vida me muestre la evidencia Y es que tú y yo no nos cruzaremos, conmigo nunca habrá eclipse. Pero hoy sentencio ser el triste poeta y tú la hermosa musa inalcanzable. Hoy elijo la corona de espinas de el poeta antes que la de el laurel sobre el amante. Cómo no escribirte ¡Mi amor! Mujer de fuego Corazón de diosa... Si mi alma está impregnada de tu fragancia, tu esplendor supremo, tu visión radiante. Cómo no escribirte, cómo no cantarte, si encarnas la divinidad de inspiración perfecta. Fuente inagotable donde mis pensamientos beben la sustancia pura de tu sublime esencia de musa. Encarnas tú la seducción suprema, la inspiración divina, la creación poética. Síntesis prodigiosa de la diosa madre, sagrado misterio del femenino arcano, metáfora perfecta divino regalo. ¡Mi amor! Cómo no escribirte, amarte y alabarte. Si mi universo entero palpita al soñarte y todos mis anhelos sucumben por buscarte y capturar tu esencia entre mis torpes versos. Aun te extraño, y aun te amo aun te extraño porque si dejara de extrañarte extrañaría extrañarte como te extraño Y aun te amo... por mi sagrado vicio de amarte. Te amo por mi maldita manía de amarte malditamente amar es una decisión y he decidido amarte siempre. ¿Cómo matar tus recuerdos si vienen como cuchillos y yo solo me defiendo con mis tristes suspiros? Como duele tu nombre, como espada en mi atravesada Como duele tu buena memoria para olvidar Que agonizante es el dolor de la nada Cuando yo soy la nada de tu memoria. Ya no grito tu nombre ahora lo hago en silencio o espero que llegue la noche y lo grito con fuerza en mis sueños. No me recuerdes, no me olvides no me ames, no me odies Solo quiero que con tus ojos cerrados me mires y sin tus manos me toques. Permítele a mi alma de unicornio que es tuya entrar algún día o alguna noche a tus secretos sueños y su espesura y así se reúna con tu espíritu y su derroche. No me digas cuando.... Mi alma siempre esperará que abras ese mundo onírico para ella poder volar. Mi ángel, no quiero, no puedo Liberarme del anhelo de tu mundo Aunque ya no espere tu paraíso efímero... Soñare ser soñado en tus noches oscuras. Si para ti en este plano físico ya no existo Permíteme hallarte en un plano astral. Y ahí verte a los ojos y encontrar mi luz, calor y sonido Besarte como si muriera y sentir mí alma palpitar. Permítemelo....Y entonces comprenderás por que los recuerdos nunca se van de un corazón que ardió en llamas. Y el día que de este plano mi forma actual desaparezca en mi eterna energía....en mi vibración eterna... en mi fluir eterno por cada átomo de el universo navegaras conmigo....
Y si mi alma inmortal vuelve a habitar la carne en cualquiera que sea su forma ahí de nuevo estarás, habitando de nuevo cada una de mis células de las que nada ni nadie te conseguirá arrancar... siempre conmigo...perpetuamente mía.... atado a un amor que se dilatara por los siglos de los siglos...
Mi amada nacida de mil vientos nocturnos, es la hora....retornas a mi mente cuando sale la luna.
Te acercas entre todas las ráfagas del cielo: a modo de un espíritu o de un pensar, o como los latidos de un corazón enamorado, desciendes hasta mis pensamientos en cuna de mi adoración.
Ya escucho la eólica música de las plumas de tus alas acercándose abanicando mi alma enamorada.
La noche es un océano en calma, Goce y pena y lamentos de amor Se me acercan con la marea alta que proviene de tu universo.
Los deseos son como las nubes, Navegan por los espacios aéreos, Navegan en el viento celestial sueños y pensamientos...
Y mi espíritu que mora en lo más hondo de tu corazón. Siente tus sentimientos, piensa tus pensamientos y escucho las conversaciones más íntimas de tu alma, la voz que solo se oye en el rumor de la sangre, cuando el vaivén de los latidos se asemeja al sosegado oleaje del océano en verano.
Desatas la melodía de mi alma profunda y yo me zambullo en la tuya y, como el águila en medio de la bruma y la tormenta, dejo que mis alas se adornen con el fulgor de tus rayos.
Y renazco desde sueños de ti En el primer dulce tañer de la campana en la noche Cuando los vientos respiran suave Y las estrellas relumbran brillantes: renazco desde sueños de ti, Y un poder celestial ha llevado mi alma ¿quién sabe cómo?- A tu lado...
Durante el dia construyo jaulas, barrotes imaginarios que hagan reas todas mis pesadillas, encierro en ellas cirios, luminarias, los primeros rayos del sol, la blancura perfecta de las mañanas, el trino de las aves y el chirriar constante de mis recuerdos.
Durante la noche construyo mazmorras, allí aprisiono recuerdos y memorias y mientras duermo...no sueño, porque mis sueños están malditos: Hay cenizas de aquellos que amé, hay lágrimas que nunca fueron lloradas, hay dolor que nunca debió manar y visiones de dias pasados.
Durante la noche...construyo una jaula allí, encerrado, contemplo el espiritu maltratado de nuestro amor, asesino la luz del crepusculo y rememoro el instante en que mis ojos se cerraron para siempre, allí vuelvo a extender mi mano, las cenizas entre mis dedos y mis labios entregándote al beso del aire.
Durante la noche, cada noche, mientras duermo muero un poco al recordarte. II Me sepulto en mi propio cadáver, lluevo en quejidos que cual sauces se inclinan y derraman sus hojas de lágrimas perpetuas, ínfimas, sombrías, titilantes sobre la espesa carne del desespero.
Sello mis párpados buscando sendas, caminos que me transmuten en la razón que me devuelva la vida... sobrevivir al lánguido funeral de no saberme dentro de tus entrañas... Y batallo con el sometimiento a la terrible idea de no conocer el límite de tus extensiones.
Me extravío, me obligo a sepultarme bajo el desvanecimiento en que caen aquellos que ya no tienen a quién amarrarse.
Muero y al menos... me queda el instante, leve e intenso de poder, eternamente, recordarte. III Me duele tu fragancia, lejana a mi rastro, imposible de seguir pues te me pierdes ultrajando las pisadas de mi ser; me dueles, profana al respeto del aire de mis pulmones, llenos siempre de ti, ángel de todas mis muertes.
Te enciendes en tu propia hoguera y me quemas sobre ese olvido en el que recaen las culpas de haberte lastimado. y sin embargo, aún te pienso, te exhibo en mi mente difusa, ataviada de disculpas, pues no sé ya que decirte para no hacerte fugaz entre mis dedos marchitos.
Dueles como hielo en flor que esculpe sus blancos pétalos para arderlos en enigma, el misterio del frio que envuelve haciendo coraza por fuera mientras por dentro, se muere.
Pálido fantasma mío, te evoco en ensoñaciones imposibles de tocar, te revivo en mis memorias, te despierto sobre el tálamo de un sueño nunca cumplido y de nuevo te me diluyes, te malogras secando pétalos, cada uno en ese vestigio que hace de ti la fragancia que duele y duele perpétua ensombreciendo mi pena, mi afligida, triste pena. IV Camino descalzo entre memorias, cada una sepultada bajo una lápida, entre tumbas de recuerdos olvidados.
Y allá dónde mi lágrima hace camino al abismo dejo una huella en tu huella, un beso en tu beso que aunque sombra...aún perdura.
Soy navío sin rumbo, lánguida crisálida que enmudece entre las tétricas telarañas del ayer. Soy lirio marchito, neblina y humo, tañer de campanas, réquiem, guadaña, fúnebre cortejo nocturno, triste crisantemo que antes de tú adiós perdió sus pupilas en las tuyas y en pesaroso languidecer se entregó a ésta ardua penitencia que es asesinar memorias. V Hay dos silencios graznando en el aire, dos ecos furtivos vestidos de cuervo, mudos, callados... como ese rumor incesante que taladra el pensamiento cuando en mitad de la noche nada se escucha, ¡Nada!
Hay una soledad inquietante y un murmullo de crueles alas que golpean sin cesar el cristal de éstas ventanas cerradas que son mis ojos y mis labios y mis palabras.
Hay una negrura infinita, polvorienta y sucia mordiendo cual ave de carroña las rendijas de mi alma.
Hay un vacío inexplicable, un abismo aterrador e insondable, una honda oquedad donde por más que te busco no te encuentro. VI ...pero yo recuerdo, amor, cuando en mis nocturnos ojos buscaba cobijo la luz y mis pupilas se incendiaban cual luminarias en mitad de un oscuro camposanto; yo recuerdo, amor, cuando en tus labios se pintaba la luna y en esa claridad que alba parecía perdía la razón absorto en tu sonrisa.
Yo recuerdo amor, la noche abriendo sus fauces, y al tiempo que soplando la arena de su reloj de cristal opaco y envejecido, las horas y minutos sin compasión detenía.
y recuerdo tambien, mi amor, de la guadaña su arista y de soslayo haber mirado al espectro que negro como el plumaje de un siniestro cuervo rubricaba en el aire cual insignia su nombre...Destierro....
Yo recuerdo, amor... yo recuerdo. VII Cerca del último espejo, al final del oscuro pasillo, sentado a la izquierda de un trono hueco, espera el ángel la luz que no llega.
Arcángel de alas polvorientas, de cielos extraviados en abismos donde las puertas abren sus fauces ¡Bienvenido a las tinieblas! Caíste, tropezaste en un crepúsculo incendiado y ahora desesperas, tú, dueño de plumas blancas que violentamente agitas confiando en ese alba... que jamás vendrá, jamás.
Besaste el suelo maldito, embriagado de fugaces luminarias, te equivocaste... alas enjironadas, carne pútrida, bruna tez, sin alma... ángel eternamente caído. VIII He muerto y vuelvo a morir en cada uno de los rincones de tu piel, en la delicada curva de tus labios, en la profunda iridiscencia de tus ojos.
He muerto y lluevo sobre tu almohada, naúfrago en un mar de soledades donde el barquero espera recoger mi alma que quebrada ansía que sepas...
Y no sabes cuánto te amo, me desconoces en cada una de tus orillas, en cada una de tus silenciosas huellas, no sabes, nada sabes...
Y ahora vago, espectro atormentado consciente que jamás intuirás de mi, que mis besos son polvo en tus labios, que mi tacto es hielo en tu piel cálida y que esa brisa leve que mueve tus cabellos, es el rumor incesante de mi voz fantasmal diciéndote entre lágrimas cuánto te amo.
...Y si un día ya no estoy Recuerda que hubo alguien Que te amó con un Amor colosal, inmortal Un Amor puro, infinito...sempiterno..
Que a pesar de mis imperfecciones Mi Amor fue siempre cabal, Que a pesar que la concupiscencia Calcinara hasta mis entrañas Fue primero el respeto. Que siempre fue muy fácil hablarte Porque sólo me enfocaba en adorarte.
Que si en mis versos Hubo un poco de belleza, Fue sólo un rayo de la luz De tu hermosura Reflejado en palabras y buscando El camino hacia su fuente.
Que si bien mi Pasión Fue un incendio que hervía en mis venas, Y el deseo me transformaba en lobo a veces, Mi Amor fue siempre digno y sereno....volvía a su senda, Porque en amarte se agotaba mi existencia…
Y si un día ya no estoy, Recuerda que hubo alguien Que a tus pies depositó El Amor más grande de esta tierra.
En estos acordes reconozco tu voz,
hablando sobre nosotros,
y con esta melodía sonando creo
que podría morir en tus brazos
mientras sostengo tus caricias,
podría morir... morir de amor por ti.
Voy a hacerte mía con esta canción,
la reproduciré lentamente con mi cuerpo,
y mis caderas la tocaran una y otra vez,
con ritmo suave para ti.
La soledad se acerca, sigilosa, sollozando lastimera, abrazando con su sombra la sombra de el lobo, y le recuerda entre ecos maliciosos, que está solo, que la soledad nunca se acaba y que cada minúsculo grano del interminable reloj de arena lleva su nombre escrito, su clausura, su destierro, su mazmorra de silencio y hueco... profundo, abisal, negro y vacío.
El lobo se levanta frunce su hocico y gruñendo amenaza con sus colmillos. Tiñe la oscuridad con rojizo destello del fuego de sus ojos y ofrenda un terrible aullido a la tenebrosa boca de la noche.
Tus brazos me rodean, tu cabello se enamora de mis hombros; lentas palabras tiernas vierto sobre ti, mi boca perdida vuelve a sonreír...
Ese instante que no se olvidara jamas. Tan lleno de luz, Tan colmado de amor, ese instante adoptado por mi ternura, Desnudo de sangre de alas, sin ojos para recordar angustias de antaño.
Ese momento ampáralo mi niña del alma, Ponle tus cabellos escarchados por el fuego; abrázalo amada mía. Ese momento con el mundo convulsionado a mis pies... Ese instante con el mundo convulsionado a tus pies donde nacen las golondrinas tiritantes de amor frente al futuro.
Ese instante saturado de amor, Acurrucado en la cueva del destino Sin manos para decir nunca, el momento que sobre tus labios depositare mi beso y en el percibirás mi mas profundo pensamiento que no es otro que desear morir antes que perderte...
Los suspiros del mar humedecerán las únicas palabras por las que vale la pena vivir....Te amo
Duerme, duerme mi niña que la madre noche te acaricia con su negro terciopelo, la soledad te acuna y el silencio es ángel que con sus plumas te abraza y arrulla.
Duerme, duerme mi niña que mi alma de lobo aúlla y te trae la luna para que con un colosal manto de amor te cubra. Que el búho ulula y las estrellas te resguardan con su raso de tenue luz para que ningún mal jamas tu sueño pueda afligir.
Duerme, duerme mi amada que yo seré el guardián de tus sueños, yo te arropare con mis caricias y te arrullare con mis besos, descansa en las alas de mi inagotable amor, con mi calido abrazo inmortal eternamente tu sueño protegeré.
Yo velaré tu sueño.... mientras mis labios te susurran al oído palabras de mi inmenso amor ... Sueña, sueña, mi niña... Duerme sosegada, duerme tranquila, duerme mi amor.....
Imaginar tus latitudes mas escondidas me enciende en llamas. Imaginar tu piel mas oculta desata mi sed y mi hambre de lobo. Imaginar el aroma a océano de tu oleaje, de tus mareas de mujer.....
Sueño beberte por los poros, entre tus acantilados me sumerjo mientras me abres todas las barreras para que te explore.... saborear tu piel salobre, nutrirme en ti...
A veces los deseos me aúllan y la gravedad de tu cuerpo me atrae y siento tus caderas sobre mi deslizándose...tu boca en mi boca...
Caigo entero en tus entrañas...habito en tu universo....Nos acoplamos Y ardo...ardes...ardemos.... Nos respiramos...nos estremecemos....nos desmayamos....morimos...y resucitamos
A la medianoche toda mi vida te recordare, a la hora en en que el búho ulula su réquiem y las campanas anuncian la venida de las sombras.... Por toda la eternidad al filo de la medianoche te recordare.
Y sin embargo se que sera al alba, con la luz de un incendiado amanecer Cuando busque desesperado tus letras para infundirme de nuevo fuerza en mi vida mortal.... El tacto suave e impredecible de esos terciopelos y sedas echas palabras que me acarician con amor...
Te amo, mi dulce niña, te amo y ya no quiero hacerlo en silencio y ocultándotelo, escondido en el alféizar de lo imposible mientras solo mis labios astrales besan la infinitud de tu boca.
Eres mi dulce y amada niña, la dueña de mis sueños El calor de mi boca paciente sabrá esperar el instante...en que te alcance... El tiempo no hará mella en mi amor.
Sabiéndote ahí, al otro lado...las horas no existen, el reloj gotea su arena despacio y en mitad del silencio, el tiempo, parece un arquero disparando sus flechas al vacío, un alquimista mudo con su hechizo falaz de agujas en sempiterno movimiento, un titiritero crápula que secuestra mañanas, días y albas... y para mi fortuna, convierte los días y las noches en horizontes de amor infinitamente largos.
El tiempo, engatusador sierpe con su veneno de instantes... No te preocupes mi amada, por el tiempo.... no me secuestrara tus recuerdos; no me arrebatara mi amor por ti...
El tiempo, mi querida niña, tu tiempo y tus horas... para mi poco significan, tengo toda la eternidad, para amarte el reloj es pues... mero entretenimiento.
Con la furia de la angustia y la tristeza sofocada, alzo mi voz, enrollada en trueno retumbante, para que podáis oírme! Oh grandes errantes de la oscuridad, oh guardianes del camino, oh servidores del poderoso Toth! Moveos y apareced! Preséntense ante mi en su benigno poder, de parte de aquella que creo esta siendo presa de tormento.
Aíslenla en el baluarte de su protección, ya que no merece la angustia y no la desea.
Que quien esté contra Élla quede impotente y vacío de toda sustancia.
Socórranla a través de fuego y agua, tierra y aire, para que recupere lo que perdió.
Fortalezcan con fuego la esencia vital de mi amada amiga y compañera. Que la tierra y sus placeres vuelvan a entrar en su cuerpo, a través del poder cosmico.
Que sus sales vitales fluyan sin estorbo alguno, para que saboree los néctares de sus deseos futuros.
Golpead a su adversario, formado o sin forma, para que pueda resurgir alegre y fuerte del mal que la aflige.
No permitáis que ningún infortunio se cruce en su camino, ya que ella es de nosotros, y por lo tanto debe ser cuidada. Restauradle su poder, su alegría, su dominio infinito que le ha sido arrebatado.
Construid alrededor de ella, y en su interior la radiantez exultante que anunciará su salida de lo que la tiene atrapada. Esto es lo que ordeno, en el nombre del amor, cuya misericordia florece y cuya sustancia prevalecerá! ...por los siglos de los siglos!
Esta vez, querida amiga, no insistiré, permaneceré ausente en esta esquina contemplando tu opacidad... y después puede que caiga de rodillas ante ese altar que la nocturnidad te ha construido, besaré tu tenue sombra despidiéndome y esperaré a mañana, cuando la noche de nuevo nos engulla, mañana volveré a ser insistentemente obstinado. La eternidad es tan larga y el ayer tan lejano que el sopor nos ha devorado, la distancia, el hastío; el súcubo que me habitaba se ha ido y el tálamo quedó entre telarañas, musgo, óxido enmohecido. Éramos, querida, éramos pero el tiempo nos ha consumido, la soledad se ha instalado en nuestras venas y el deseo, aún hambriento queda sepultado en la infinitud de nuestras secas gargantas. Si en vez de tiznar la distancia con silencios, de pintar abismos en el espejo, de mantener la copa vacía... y la boca muda, nuestros ojos se hubieran hablado, si nuestra mano, acaso en un despiste, una argucia del destino que cerraba este cuento, hubiera en su ademán escrito el gesto, que aliviara, ese adiós sobre el aire que nos asfixiaba, que nos separaba. La cobardía cual ladrón de ánimas en pena nos robó el alma y temerosos ante la certeza del final, ni tu ni yo movimos siquiera los labios... Así quedan algunas historias, suspensas en el filo de la incertidumbre, solas, olvidadas y sin despedida. Mas...algún día.... La casa se llenará de brumas, sombras que con su lánguida voz me hablarán de ti... mis ojos se cerrarán y la noche abrazará mis sueños mas sé que en cada uno de ellos tu susurro seguirá golpeando mi alma, penetrando en mis esquinas para recordarme una y otra vez que nuestros caminos volverán a encontrarse. La brisa del mar al tocar mi cuerpo, siempre me recordara aquel día donde yo era tuyo y tu eras mía. Yo se que mil palabras de amor y algún poema permanecerán... Yo se... que más allá de la muerte, más allá de este silencio que devora todo lo que amé, más allá hay senderos no escritos donde alguna vez volveremos a vernos.