11.11.18

AMAITU GABEKO



Esta vez, querida amiga, no insistiré,

permaneceré ausente en esta esquina

contemplando tu opacidad...

y después puede que caiga de rodillas

ante ese altar que la nocturnidad te ha construido,

besaré tu tenue sombra despidiéndome

y esperaré a mañana,

cuando la noche de nuevo nos engulla,

mañana volveré a ser insistentemente obstinado.



La eternidad es tan larga

y el ayer tan lejano

que el sopor nos ha devorado,

la distancia, el hastío;

el súcubo que me habitaba se ha ido

y el tálamo quedó entre telarañas,

musgo, óxido enmohecido.



Éramos, querida, éramos

pero el tiempo nos ha consumido,

la soledad se ha instalado en nuestras venas

y el deseo, aún hambriento

queda sepultado en la infinitud de nuestras secas gargantas.



Si en vez de tiznar la distancia con silencios,

de pintar abismos en el espejo,

de mantener la copa vacía...

y la boca muda,

nuestros ojos se hubieran hablado,

si nuestra mano, acaso en un despiste,

una argucia del destino que cerraba este cuento,

hubiera en su ademán escrito el gesto,

que aliviara,

ese adiós sobre el aire que nos asfixiaba,

que nos separaba.



La cobardía cual ladrón de ánimas en pena

nos robó el alma

y temerosos ante la certeza del final,

ni tu ni yo movimos siquiera los labios...

Así quedan algunas historias,

suspensas en el filo de la incertidumbre,

solas, olvidadas

y sin despedida.



Mas...algún día....

La casa se llenará de brumas,

sombras que con su lánguida voz

me hablarán de ti...

mis ojos se cerrarán

y la noche abrazará mis sueños

mas sé que en cada uno de ellos

tu susurro seguirá golpeando mi alma,

penetrando en mis esquinas

para recordarme una y otra vez

que nuestros caminos

volverán a encontrarse.



La brisa del mar al tocar mi cuerpo,

siempre me recordara

aquel día donde yo era tuyo

y tu eras mía.

Yo se que mil palabras de amor

y algún poema

permanecerán...


Yo se...

que más allá de la muerte,

más allá de este silencio

que devora todo lo que amé,

más allá hay senderos no escritos

donde alguna vez

volveremos a vernos.